ADIOS AL DINERO EN EFECTIVO

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Por: Luis Fernando Torres

Los billetes y las monedas desaparecerán en Suecia, el 2023, en Australia, el 2024, y en Dinamarca, el 2030. En su lugar, los suecos, australianos y daneses utilizarán, como medio de pago, dinero virtual, debidamente contabilizado por los bancos centrales de esos países, desde las billeteras electrónicas de sus teléfonos celulares y computadoras. No se trata de criptomonedas sino de dinero virtual.

Los billetes y las monedas son un producto del pasado. Las monedas metálicas, de oro y plata, aparecieron en el Siglo VII A.C., en Turquía. Los billetes de papel, en el Siglo VII D.C, en China. Los dólares se imprimieron, por primera vez, en 1792. Hasta 1971, el valor de los billetes y de las monedas estaba sujeto al oro, con sus fluctuaciones. Nixon terminó con el patrón oro y dejó que el valor del dinero dependiera de las expectativas de la gente sobre la fortaleza económica de los países que lo emitían.

El dinero en efectivo es una de las víctimas de la revolución digital. Presumiendo que los bancos centrales  actúen con seriedad, sin inflar artificialmente el volumen del dinero virtual, resulta no sólo confiable sino más segura su utilización por la gente. La condición para su óptimo uso es que los usuarios cuenten billeteras electrónicas y dispositivos.

Las criptomonedas tienen una dimensión diferente del dinero virtual. Sus emisores, por lo pronto, son privados y, por ello, existen diferentes tipos de esas monedas, cuya operación depende, además, de la tecnología blockchain, que demanda ingentes cantidades de energía. Más allá que suba y baje, de un día a otro, el valor de las criptomonedas, éstas no van a desaparecer. Por ello, algunos bancos centrales estarían por asumir la emisión de criptomonedas. El Banco central sueco, por ejemplo, está por emitir la eKrona, una especie de bitcoin.

En todo caso, existen países, como Japón y Suiza, y, por cierto, Ecuador, en los que el billete de papel y la moneda de níquel o aluminio son parte de la vida cotidiana y no se observa, en el futuro cercano, que existan las condiciones para que dejen de circular. No se ha llegado, todavía, a prohibir pagos en efectivo mayores a un mil euros, como ya se ha prohibido en España. Tampoco están retirándose los cajeros de las entidades financieras.

A Ecuador le queda un largo tiempo para que le diga adiós al dinero en efectivo.  

@lftorrest

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