Por: Luis Fernando Torres
De Europa, Trump ha dicho que es un continente débil y decadente, con su cultura occidental y cristiana completamente diezmada por la abundante migración musulmana y con sus creadores de riqueza hostigados por los impuestos altos y un pesado tejido de regulaciones. Tal opinión no está muy lejos de la realidad. Europa está pasando por un momento difícil. Rusia le amenaza y condiciona. China le inunda de productos. Estados Unidos grava con tarifas pesadas a su producción y le ha retirado el abrigo de la seguridad. A los problemas de identidad cultural se suma en la Unión Europea el voluminoso gasto social junto a una elevada recaudación tributaria, por los altos impuestos.
Estados Unidos se ufana de no asfixiar a sus contribuyentes en la magnitud que lo hace la Unión Europea. Tan sólo el 27% del PIB corresponde a ingresos por impuestos, mientras en Francia los ingresos tributarios equivalen al 47% del PIB, en Italia al 43% y en Alemania al 41%, encontrándose los demás países europeos en porcentajes parecidos.
Una de las razones por las que Estados Unidos no necesita recaudar un mayor porcentaje de impuestos de sus ciudadanos, es que el gasto social bordea el 19% del PIB. En cambio, en Francia es del 30%, en Italia y Alemania es del 28%, en España es del 26% y en Gran Bretaña es del 23%. El Estado de bienestar desarrollado en la Unión Europea supone un gasto social alto para sostener a la seguridad social y a la salud, además de la educación gratuita.
En el Presupuesto del Gobierno Central ecuatoriano del 2026, los ingresos tributarios representan el 37%. Con relación al PIB equivalen al 13%. El gasto social, en el que se incluye a la salud, a los bonos sociales permanentes y temporales, a la educación y a la transferencia a la seguridad social, corresponde, al igual que los ingresos tributarios, al 13% del PIB, esto es, alrededor de 18.000 millones de dólares. Dado que el Presupuesto del IESS es del orden de los 11.000 millones, el gasto social subiría a 30.000 millones, es decir, el 22% del PIB, sin contar el gasto del ISSFA y el ISSPOL La situación de los ingresos tributarios y el gasto social en el Ecuador luce, en todo caso, más aceptable, en cuanto a su participación en el PIB, que la de los países de la UE, a los que Trump ha calificado de decadentes.
