Percepción de inseguridad crece en Ambato

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Una vez que la ciudad se encuentra en semáforo amarillo y que la población puede salir a las calles con menores restricciones, también ha sido el momento para encontrar problemas sociales agravados, tales como la inseguridad ciudadana. A través de redes sociales, se observan testimonios ciudadanos que dan cuenta de esto.

En Twitter y Facebook, la población denuncia actos de inseguridad tales como el hallazgo de vehículos con los vidrios rotos, grupos de personas armadas en pleno Parque Montalvo, a la altura del Portal, muchos mendigos y personas en situación de calle, que incrementan la percepción de inseguridad en la capital de Tungurahua. Esto sería el resultado de más de dos meses de parálisis económica, en la cual según estudios de varias universidades locales, alrededor de 16.000 personas se quedarían sin empleo solo en Ambato, como consecuencia directa de la emergencia sanitaria.

Estos problemas sociales son las consecuencias directas del confinamiento, que ocasionó el cierre temporal y en algunas casos definitivo, de empresas en la ciudad. Sin embargo, esto no se trataría más que de una percepción, ya que al observar las cifras del Sistema Integrado de Seguridad ECU-911 Ambato, más bien indican que ha habido una reducción de llamadas de emergencia. Habrá que esperar a los estudios cuantitativos del tema de seguridad antes y después del cambio de semáforo (del periodo de fines de mayo), del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), para comprobar si la percepción corresponde con las estadísticas.

Tipos de emergencias comunes

Según Juan Zapata, director nacional del ECU-911, a escala nacional ha disminuido la cantidad de llamadas de emergencia en general. «Desde el 12 de marzo que inició la emergencia sanitaria, se recibieron 2´679.808 llamadas, que en comparación con el mismo período del año anterior, tenemos una reducción de 37.000 llamadas menos». 

Por otro lado, el ECU-911 nacional ha coordinado un total de 4.534 emergencias por fiestas en viviendas, a pesar de las restricciones existentes. En el caso de Ambato, desde el inicio de la emergencia sanitaria, el ECU-911 local ha recibido 2.106 llamadas por alteración del orden público. 

Entre el 16 de marzo y el 27 de mayo, en Cotopaxi, Pastaza y Tungurahua, han existido 5.231 llamadas por escándalo. Asimismo, en las tres provincias hubo 1.553 llamadas por presencia de libadores en la vía pública. 

Mal uso de la línea ECU-911

El ECU-911 hace un llamado a la ciudadanía para hacer buen uso del sistema de emergencia ya que si bien ha habido un decrecimiento en el mal uso de las llamadas en las tres provincias antes mencionadas de la Zona 3 (pasando de 79.265 en 2019 a 77.422 en 2020), esto ocasionó a nivel nacional una pérdida de USD 12 millones en 2018, causando también la no atención de emergencias reales. De las tres provincias de la Zona 3, solo en Tungurahua hubo un decrecimiento del 10% en el número de llamadas falsas al ECU-911. Esperamos que sigan disminuyendo aún más estas cifras, para que los servicios de emergencia puedan atender eficazmente a la ciudadanía.

Más investigación cuantitativa

Al investigar cifras del INEC, no aparecen aún las estadísticas de mayo. Es fundamental que las autoridades nacionales y locales hagan un balance y una comparación de la situación de seguridad y denuncias de hechos delictivos a partir de la última semana de mayo, cuando el COE cantonal y nacional autorizaron la “apertura” de Ambato. Así se podrá saber la real situación de inseguridad en la ciudad.

Dada la fuerte crisis económica y social, habrá que comprobar si los datos reflejan un aumento en los actos delictivos. Esto podría darse por la situación de desempleo, subempleo e informalidad en la que miles de personas se encuentran actualmente. Aspiramos a que las autoridades municipales, provinciales y nacionales tomen cartas en el asunto, para reducir la percepción de inseguridad que existe en Ambato.

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