79 fallecidos en macabra jornada en cárceles del Ecuador

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Crónica de Juan Diego Valdivieso Rowland, Editor de Ambato News

79 es la macabra cifra actualizada al 24 de febrero, de Personas Privadas de la Libertad (PPL), eufemismo para presos, que fallecieron el 23 de febrero de 2021 en cuatro cárceles de Ecuador: Turi (Cuenca); Latacunga; cárcel 1 y cárcel 4 de Guayaquil, a causa de amotinamientos producidos por enfrentamientos entre bandas rivales. Entre estas están los temibles Choneros, Los Lagartos, Los Lobos, Los Pipos y Los Chone Killers. 

Estos trágicos hechos tendrían que ver con disputas de poder tras la muerte de José Luis Zambrano, alias «Rasquiña», exlíder de Los Choneros, que tuvo lugar en diciembre de 2020.

Crónica de una trágica jornada

Lo ocurrido en las cuatro cárceles fue una auténtica carnicería. Los familiares de los casi 39.000 presos en Ecuador lloran al no saber con exactitud si sus parientes están dentro o fuera de la lista de fallecidos.

La cárcel de Turi, en Cuenca, Azuay tiene a reos de alta peligrosidad. Esta imagen corresponde a los motines registrados el 23 de febrero de 2021. Foto: Robert Puglla – EFE.

Lo cierto es que a las 09:00 hubo una alerta en las cárceles de Ecuador, que fue aumentando progresivamente con el transcurrir de la jornada. Los “Centros de Rehabilitación Social”, eufemismo utilizado para nombrar a las cárceles, de Turi (Cuenca, Azuay); Latacunga (Cotopaxi); y la regional y la penitenciaría de Guayas eran los principales focos de atención. Cabe recalcar que en la cárcel de Ambato no hubo inconveniente alguno. Para tranquilidad de los ciudadanos tungurahuenses, para el Gobierno Nacional “la cárcel de Ambato es ejemplo a replicar a nivel nacional del buen manejo de una prisión”. 

Testimonio anónimo de testigo que se encontraba fuera de la cárcel de Turi en Cuenca:

El día transcurría con una creciente tensión, no solo por las alertas en las cárceles, sino también por la marcha indígena liderada por el excandidato presidencial de Pachakutik, Yaku (Carlos) Pérez Guartambel. Cuando las cámaras y micrófonos se centraban en la Av. 6 de Diciembre y Bosmediano en Quito, sede del Consejo Nacional Electoral (CNE), en donde el candidato presentaba 16.000 actas con “inconsistencias”, la realidad paralela era que en las cárceles del país se vivía un auténtico infierno al rojo vivo. 

Los militares custodiaban los exteriores de una de las prisiones en Guayaquil. Foto: El Comercio

Entrada la noche y con un visible rostro de preocupación, Edmundo Moncayo, Director del Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de Libertad y a Adolescentes Infractores del Ecuador (SNAI), otro largo eufemismo para el cargo de  “Director de las Cárceles”, anunciaba inicialmente que eran 68 los fallecidos en las cárceles del Ecuador. 

Sin embargo, poco antes de finalizar la rueda de prensa en el Salón Azul del Palacio de Carondelet, sede de la Presidencia del Ecuador, el director de las cárceles ecuatorianas recibió una actualización en su oído, por parte de la Secretaria General de Comunicación, Caridad Vela, con una cifra, a la baja, de fallecidos. 

El Director de las Cárceles en Ecuador, Edmundo Valencia, ha estado dos años al frente del SNAI. Foto: Cortesía

Con una voz entrecortada y con “gallos y nudos” en la garganta, Moncayo dijo que en realidad habían muerto 21 reos en la cárcel regional de Guayaquil; 8 en Cotopaxi; y 33 en Turi, dando un total de 62 muertos. Hasta ese momento, se contaban 20 heridos. 

Sin embargo, horas después, la cifra nuevamente aumentaría, dando un total de 75 muertos. Se habían agregado siete muertos en la cárcel 4 de Guayaquil y seis en la cárcel 1. A primeras horas de la mañana del 24 de febrero, la cifra ascendió a 79 presos muertos. En la cárcel 4 de Guayas existía un total de 31 personas fallecidas; en la cárcel 1 de Guayas se contaban 6 muertos; en la de Turi un total de 34 fallecidos y en la de Latacunga 8 personas muertas.

Hacinamiento y violencia

De acuerdo a Revista Vistazo, «aunque no es la primera vez que ocurren estos hechos, sí es la más sangrienta, pues reportes extraoficiales y videos que circulan en redes dan cuenta de la crudeza: hay cuerpos desmembrados, decapitados e incluso a algunos les sacaron el corazón».

Según este medio, en 2019 y 2020 «las disputas al interior de las cárceles ya dejaron escenas de cuerpos calcinados y cientos de armas decomisadas. El gobierno declaró el estado de excepción en dos ocasiones, pero la situación es incontrolable. Desde hace años los expertos han llamado la atención sobre las condiciones de hacinamiento de las cárceles en el país y el fallido sistema de rehabilitación, lo que hace difícil el control para las autoridades y la reinserción de los presos a la sociedad, una vez que cumplen su condena». 

El amotinamiento tuvo lugar durante toda la jornada del 23 de febrero de 2021. Foto: Cortesía ECU 911

De acuerdo al SNAI, la capacidad de los 63 centros penitenciarios de Ecuador es de 29 mil plazas, pero hay cerca de 39 mil presos, lo que provoca una sobrepoblación carcelaria o hacinamiento del 40%. Pese a que en 2019 el Estado amplió 1.667 plazas, la situación es degradante, según reportes de la Defensoría del Pueblo.

Además, según Vistazo, los centros penitenciarios donde hubo las decenas de fallecidos, son los que tienen las tasas más altas de hacinamiento. «Así Ecuador pasó de tener 100 presos por cada 100 mil habitantes a 342 en la actualidad, sin mejorar el sistema de rehabilitación. Más bien, las cárceles se han convertido en las guaridas de las bandas criminales», según el medio impreso.

Banalidad del mal

«No hay funcionarios fallecidos, pero sí tenemos policías heridos», aseguró Moncayo, tratando de dorar la píldora en una época en la que la banalidad del mal, como decía Hannah Arendt, es la regla. A eso sumemos la banalidad de la muerte, que desde los muertos y heridos en el paro indígena de octubre de 2019; pasando por los miles de fallecidos por la pandemia de Covid-19; el aumento de los suicidios; los asesinados por robarles un teléfono celular, y ahora, los 62 reos que cumplían condenas de causas variopintas, pero que finalmente las cumplían. Ellos nunca esperaron la muerte a pesar de haber cometido delitos, según la justicia ecuatoriana. Eran seres humanos que tenían derechos y no hay justificación para aquellos que dicen “bien merecida su muerte”. 

El asustado director carcelario también dijo que existen, al menos, 20 personas heridas. Tratando de deslindarse de la grave responsabilidad que acarrea su cargo, el funcionario dijo que los decesos se deberían a una disputa entre bandas delictivas al interior de las cárceles. Según Diario El Comercio “la hipótesis oficial es que los miembros de una organización criminal planificaron el asesinato de líderes de otras redes. Los líderes de alguna de las bandas se habrían enterado del atentado que iban a cometer sus enemigos y se adelantaron a los ataques”, según relata el diario capitalino.

Ante este rojo panorama, el presidente de la República, Lenín Moreno, dijo que “en octubre de 2019, el correísmo contrató a criminales que se encontraban fuera de las cárceles para provocar los desmanes que se provocaron y poder distorsionar la legítima aspiración de los indígenas. No nos asombraría que también ahora la mano de ellos esté presente”, dijo el Jefe de Estado saliente.

Crece la indignación nacional

En redes sociales y en las calles existe una creciente tensión e indignación ante la grave y conmocionada situación del país. En redes como Twitter existen decenas de usuarios que expresan su indignación ante lo ocurrido en las cárceles, hecho que se suma a la incertidumbre electoral ante la segunda vuelta y las acusaciones de fraude. Recordemos que este proceso electoral está previsto para el 11 de abril, si no falla el calendario.

Otro hecho que suscita indignación es la poca información y la indolencia de un ministro de Salud que prefiere vacunar en primer lugar a su madre, antes que al resto de ecuatorianos, sobre todo quienes están en primera línea contra el Covid-19. Un cuestionado ministro que invitó a los rectores de las universidades a vacunarse, pero que recibió un no rotundo ya que le conminaron a que vacune al personal de salud de primera línea, que sigue muriendo por culpa del virus chino. 

Es hora que los ecuatorianos seamos muy críticos ante la grave situación de conmoción nacional. Estos y tantos otros hechos en los que se banaliza la muerte y el mal no pueden pasar desapercibidos. Es por ello que les invitamos a una vigilia permanente de los hechos noticiosos y que se sigan informando con Ambato News, el portal de la opinión crítica. 

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