El creciente índice de violencia en contra de los ciudadanos ha motivado a distintas autoridades y legisladores del país a proponer un proyecto de porte de armas como instrumento disuasivo y de seguridad.
En el Ecuador el porte de armas ya está contemplado en la legislación desde hace 41 años como un trámite administrativo ante el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas (FF. AA.), pero desde hace 12 años quedó suspendido indefinidamente por cambios en su reglamentación.
Durante la ceremonia por los 201 años de la Independencia de Guayaquil, la alcaldesa Cynthia Viteri entregó el proyecto de Ley por la Vida y Protección Ciudadana al presidente Guillermo Lasso, que plantea entre otros puntos el libre porte de armas a los ciudadanos, luego de un riguroso examen hecho por el Ministerio de Defensa e insistió en su propuesta de que los “inocentes” porten armes para defenderse de la delincuencia.
Esta iniciativa ya fue presentada como proyecto por el asambleísta Esteban Torres en 2020, en dicho documento constan varias reformas a la ley actual, que imposibilita al ciudadano usar incluso un gas pimienta para defenderse. A pesar de que el proyecto cuenta con el apoyo de varios legisladores la Asamblea aún no lo ha tramitado.
“En la reforma a la Ley de Armas que presenté en diciembre del 2020, se norman y se establecen requisitos más estrictos que los de Estados Unidos y Europa. Mi proyecto es un compromiso con la seguridad para que ninguna autoridad vuelva a desarmar a la población”, destacó Torres a diario El Universo.
Ante la presentación de estos proyectos varios abogados, analistas y ciudadanos han manifestado sus posiciones a favor y en contra de este tema:
