La madrugada del domingo 23 de agosto falleció un joven de 26 años que saltó desde el puente Juan León Mera, que comunica al centro de Ambato con Ficoa. El suceso habría ocurrido mientras el joven bebía con un grupo de amigos en su casa. Al darse cuenta de lo sucedido, los amigos y parientes del joven llamaron al ECU 911.
Al lugar acudió personal de la Policía Nacional y paramédicos, quienes encontraron al joven aún con vida. Sin embargo, dos horas después el joven murió en el Hospital del IESS. El deceso se produjo por un trauma craneoencefálico por la fuerte caída.
De acuerdo a Jaime Amores, jefe de la Policía de Tungurahua, se están haciendo las investigaciones del caso para determinar las razones del hecho. “Estamos analizando el porqué de los suicidios y las motivaciones. Seguimos haciendo campañas para evitar que las personas tomen estas decisiones”, indicó Amores.
Suicidios en Tungurahua
Junto con Azuay, la provincia de Tungurahua lidera el número de suicidios a nivel nacional. Hasta el 31 de julio se registraron 39 personas que se quitaron la vida en Tungurahua. Con este último caso sumarían más de 40.
La mayoría de personas que se han quitado la vida tenían entre 18 y 30 años de edad. Hasta el 30 de julio, 16 de los suicidios fueron parte de este grupo etario. Algunas de las causas fueron supuestamente por problemas sentimentales y familiares.
La mayoría de personas utilizaron objetos constrictores, como cuerdas, cables, correas y prendas textiles. En el 2018 hubo 73 suicidios, mientras que en el 2019 fueron 67. Según Pablo Guachamín, jefe de Operaciones de la subzona 18 de la Policía Nacional, “no nos podemos quedar en las estadísticas y se tiene que hacer algo, por esa razón se crea una estrategia, un plan, un proyecto con la finalidad de llegar a los sectores más vulnerables y a los que han sido identificados que existen personas que tal vez quieran atentar en contra de su propia vida”, señaló.
Crisis mental por la pandemia
Debido a la pandemia del Covid-19, existen más problemas de salud mental en la población. A eso se suma la crisis económica que afecta a buena parte de la población ecuatoriana, lo que ha llevado a que mucha gente que está desempleada, no tenga soluciones para su situación económica.
El Estado debe fomentar la participación activa de psicólogos y psiquiatras para que ayuden a las personas que requieren terapia psicológica para sobrellevar mejor estos tiempos de pandemia.
