La Empresa Municipal Gidsa avanza en el fortalecimiento del sistema de recolección y disposición final de desechos sólidos, con una inversión sin precedentes y una planificación técnica orientada a mejorar la cobertura y calidad del servicio en el cantón. Así lo dio a conocer Diego Reino, gerente de la entidad, quien destacó la entrega de más de 300 contenedores destinados a las nueve parroquias urbanas y 18 parroquias rurales.
Según Reino, esta dotación permitirá atender de manera más eficiente a la ciudadanía y responde a un análisis técnico que busca optimizar rutas y mejorar la prestación del servicio. En este marco, se creó una nueva ruta de recolección que abarca los sectores de Pishilata, Izamba, Huachi Grande y Huachi Chico, con lo cual se consolida un sistema que apunta a brindar un “servicio de primera” en todo el cantón.
El gerente subrayó que la gestión adecuada de los desechos sólidos no depende únicamente de la empresa, sino también de la corresponsabilidad ciudadana. En ese sentido, hizo un llamado a respetar los horarios de recolección, utilizar correctamente los contenedores y realizar una adecuada disposición de los residuos, acciones para mantener la limpieza y el orden en la ciudad.
Reino también resaltó el respaldo institucional del Municipio y de la alcaldesa Diana Caiza, al recordar que durante el presente año se transfirieron cerca de seis millones de dólares a Gidsa. De este monto, dos millones se destinaron a la inversión en el relleno sanitario, garantizando su operatividad hasta el año 2027. Adicionalmente, se invertirá un millón 200 mil dólares en la adquisición de dos recolectores de carga posterior, un recolector de carga frontal y una mini volqueta, con el fin de atender de manera oportuna los pedidos ciudadanos. Otros 3 millones 500 mil dólares fueron asignados a fortalecer el sistema de recolección contenerizada en el cantón.
Por su parte, la alcaldesa Diana Caiza explicó que, al inicio de su administración, se realizó una revisión integral de la situación financiera de las empresas municipales, detectando que Gidsa arrastraba históricamente números rojos, sin haber alcanzado utilidades ni siquiera el punto de equilibrio. Esta realidad fue comunicada a la ciudadanía, junto con antecedentes de cancelaciones de multas por montos significativos en años anteriores. Caiza señaló que, tras un proceso de análisis y diálogo, se tomó la decisión de fortalecer a la empresa, reconociendo el trabajo del personal operativo, muchas veces invisible, que labora día y noche para mantener limpia la ciudad. Como resultado, el presupuesto de Gidsa se duplicó, permitiendo contar actualmente con más de seis millones de dólares para solventar proyectos estratégicos y garantizar un servicio eficiente y sostenible para la población.
Fuente: El Heraldo
